viernes, 13 de julio de 2012

Ya es viernes

Querido blog, ya es viernes. Viernes de dolor. Como los misterios.
Ya no hay misterios gozosos ni gloriosos, ya son todos dolorosos. Los del lunes, los del martes, los del miércoles...
Pero el misterio desvelado esta semana, como una caja de Pandora envenenada y podrida, como un castigo divino que cae al azar como siempre sobre los inocentes, este misterio, digo, es el más doloroso y deroga a los otros dos.
Ya te he dicho alguna vez, querido blog,  que esta modernidad trae sus particulares formas de esclavitud, sus mecanismos de miedo y su barbarie más cruel. Aporta esclavitud económica con su grillete de recibos bancarios inevitables, difunde su mecanismo de miedo con el mensaje de "todo puede ser peor si no obedeces" y atiza con su bárbaro látigo de dominio, que zurce como siempre en las piernas cansadas y sacrificadas de los más vulnerables, poniéndonos de rodillas en el reclinatorio de la culpabilidad.
Y lo que es peor: estos misterios dolorosos pueden engendrar daños irreparables porque se pueden manipular con facilidad para lograr un enfrentamiento civil de incontrolables consecuencias. No sería la primera vez. Por eso conviene saber en qué punto nos encontramos y tomar conciencia de que todos estamos en el mismo bando. Todos luchamos en el frente del sentido común, en la coalición que firmó una Constitución de libertades, una Declaración Universal de los Derechos Humanos, un Estatuto de los Trabajadores  y una serie de órdenes, decretos, reales decretos y otros avales que se han ido a la mierda en un misterio doloroso.
Te digo esto, querido blog, porque ayer, en mi facebook, vi una mecha encendida. Y ya sabes el pánico que me da el fuego.
Encontré en mi muro dos fotos unidas y con dos textos contrarios. A la izquierda, el general Franco con un pie de foto que decía que en plena depresión española y europea (1947), él había aprobado la paga extraordinaria del 18 de Julio. En la foto de la derecha Rajoy eliminando la paga de Navidad de los funcionarios. Una vergonzossa manipulación.
Una mecha encendida y peligrosa. Una mecha que prende fácilmente en los barbechos secos preparados para cosechas interesadamente nocivas. Una mecha que convienen apagar y no compartir porque no hay que hacer buenos a quienes no lo fueron, sino ganar otra vez  las batallas que nos hemos traído siempre entre manos y que pensábamos que no íbamos a perder, ahora, en el 2012, cuando el Estado en vez de proteger, agrede.
(Gloria Rivas Muriel)