lunes, 11 de agosto de 2014



La serpiente que perdió su piel una tarde de tormenta.

Está todo tan seco en este mundo que habito
que voy a perder la piel, me temo, y hace frío.
Todo el bálago seco me va saliendo al paso,
respiro mal, me arrastro, voy a perder mi piel.

Estoy envejeciendo, lo noto por el ruido,
moriré si me falta el abrigo crujiente,
no me va a ayudar nadie, tengo muy mala fama.
El viejo testamento me condenó, si más.

Se acerca la tormenta, se va poniendo oscuro
y huele como siempre que hace tanto calor.
Está todo tan seco que me cuesta arrastrarme.
Antes de la condena, la vara de Esculapio
sostuvo con orgullo mis escamas ventrales.

Está todo muy seco, me tengo que arrastrar,
como un bípedo dócil se arrastra tras el buey
por espigas tumbadas; la tierra, los guijarros
me arañan si me muevo, si avanzo me rasguñan.

No tengo dignidad ni falta que me hace,
solo anhelo el granito caliente de mi casa,
el libre latifundio de peña milenaria.

A ver si llego ya. Me acuerdo de Esculapio.
Me está saliendo sangre, pierdo la piel a trozos.
Estoy envejeciendo, ya no se queda entera.
La tormenta se acerca, huele más que hace un rato,
oigo gotas que caen,
no llego hasta mi peña.
Todos en su guarida,
solo hay nubes
y ojos.


                                                                                                      (Gloria Rivas Muriel. Verano 2009)

sábado, 2 de agosto de 2014

La recuperación es firme

Querida encina, vengo a sentarme un rato a tu sombra, a tomar un poco el fresco y a decirte que el presidente del gobierno ha salido en todos los telediarios. Triunfante, oye.
Dice que la recuperación es firme, cada vez más intensa, ha llegado para quedarse y no es un alarde del gobierno.
Yo, hasta que no vea trabajando a todos mis vecinos desempleados, no me creo nada, pero eso ha dicho hoy en todos los telediarios. Mañana será primera noticia en la prensa y ya verás qué subidón nos entra a todos los españoles este fin de semana de agosto.
Si esto fuera cierto, es decir, si el presi se empeña en que la recuperación es firme, cada vez más intensa y que ha llegado para quedarse, conviene ir pensando en un otoño caliente para ir recuperando lo que la crisis nos quitó.
Habrá que coger los decretos, esos que se redactaron por la mañana, se firmaron por la tarde y se pusieron en vigor al día siguiente, para derogarlos y actualizar las leyes que en la anterior política social nos protegían un poco de los depredadores. Si lo que dice el presidente es cierto, habrá que recuperar el ratio de alumnos y maestros por aula y centro educativo, los tratamientos médicos que se retiraron, la atención a los desatendidos, las jubilaciones de la dignidad, los contratos de la justicia y, a ser posible,  la vergüenza de los que la perdieron.